martes, 27 de mayo de 2014

Implantan chips en las carpas del lago Oakview. Esto es ir demasiado lejos.






Hace unos días os hablamos de las maravillas del Iktus Summer, hoy vamos a tratar el mismo tema, pero desde otro punto de vista completamente distinto. En Francia, los gestores del lago Oakview  están llevando a cabo una implantación de chips de identificación a todas las carpas que pueblan el lago.

El sistema es muy sencillo. Ayudándose de redes, capturan a las carpas del lago, para posteriormente, colocar un chip en los peces por un método parecido al que utilizamos cuando colocamos el chip de identificación a nuestras mascotas. Una vez hecho esto, las pesan, las fotografían y las devuelven al agua. 


"¿Realmente se tratan de carpas salvajes? o  ¿Son simples animales de granja a los que se les ceba todo el año para que estén gorditos el día de navidad?"


Una vez que tienen el chip implantado, se sirven de este cuando el pez vuelve a ser capturado. De esta forma llevan el control de crecimiento de las capturas que pueblan el lago, evitan que los peces sean robados del estanque y sirven para probar cualquier captura hecha por un pescador.

Los gestores de este lago, defienden que con este método de gestión se garantizan unas picadas espectaculares para sus clientes y que pueden superar los 30 kilos de peso, teniendo una media de unos 10 kilos. Esto puede que sea cierto, pero ¿Realmente se tratan de carpas salvajes? o  ¿Son simples animales de granja a los que se les ceba todo el año para que estén gorditos el día de navidad?
Desde mi punto de vista, con este sistema se pierde la esencia de la propia pesca en sí, la de localizar mediante la experiencia y la sabiduría del pescador  los mejores sitios donde encontrar a los ciprínidos, y conseguir atraerlos mediante un cebado localizado, bien distribuido y de calidad.  Si se lleva un control tan férreo de la población de carpas de un lago o embalse, estos animales tendrán ya poco de salvajes. Se consideraría más bien una granja de cría de carpas enormes, a la que alimentan continuamente y tienen identificado cada ejemplar. Nos encontramos ante una fábrica de carpas enormes, literalmente.

Desde Caza y Captura, defendemos la correcta gestión de las poblaciones tanto de cotos de caza como de pesca, pero esto es ir demasiado lejos. No creo que a ningún cazador o pescador le guste saber de ante mano donde encontrar las piezas o si las piezas serán de un determinado tamaño.  Ya que es este hecho, el de la sorpresa, uno de los principales alicientes en nuestra afición.
Sin más, os dejamos con un vídeo del proceso de implantación de chips en estos animales, una iniciativa curiosa, pero que no compartimos al 100%.

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