En otras entradas ya te hemos hablado sobre algunas razas de caza. Hoy es el turno del Perdiguero o Braco Portugués.
Es
complicado conocer el origen exacto de esta raza, pero lo que si podemos
afirmar que su aparición no es ni mucho menos actual. Se tenía constancia ya en
el siglo XV de esta raza en Portugal, aunque en esos tiempos era conocida como
Podenco de muestra.
Cachorro de Braco Portugués (9 meses) |
El
Braco portugués es de consistencia fuerte, atlética. Su tamaño no es muy grande
si lo comparamos con otras especies de Braco, quedándose unos centímetros por
debajo del Braco más conocido, el Braco Alemán. Sin embargo, son estas características las que
lo hacen adaptarse mejor a las tierras de la Península Ibérica en donde el
apretado monte y vegetación favorecen a las razas algo más livianas y cortas en
tamaño.
Los Perdigueros
Portugueses suelen distinguirse por un color canela, más intenso en unos perros
que en otros. Su pelo es corto y suave. Pueden tener algunas manchas en el
pecho y el rostro de un color más claro o incluso blanco. Las patas de este
animal son robustas y de tamaño medio, dejando unas manos algo grandes para el
tamaño medio del animal, favoreciendo así el apoyo y movimiento a la hora de
cazar.
"Podríamos decir que su estilo de caza es como si estuviera ejecutando un baile. Un baile en donde practica un constante movimiento de izquierda a derecha, a paso lento, asegurándose de no perder el rastro."
Generalmente
se trata de perros muy dóciles y cariñosos con el dueño del animal, llegando a
ser casi pesados con unos mimos y jugueteos constantes mientras el animal está
tranquilo. Pero cuando sale a cazar es cuando la raza rebosa por todos los
lados. Su estilo de caza se asemeja mucho al propio del braco, levantando el
hocico para captar el viento y localizar los rastros. Esta es una escena
preciosa en su cazar. Una vez que tiene localizado un rastro es cuando pega la
nariz al suelo para con un movimiento suave y una caza tranquila localizar a la
liebre o pájaro de turno. Podríamos decir que su estilo de caza es como si estuviera
ejecutando un baile. Un baile en donde practica un constante movimiento de izquierda a
derecha, a paso lento, asegurándose de no perder el rastro para finalmente y
si la presa aguanta, maravillarnos con una postura de cuadro. Su media cola
firme y en horizontal, cuadrado de patas y hocico recto. Simplemente precioso.
Una vez abatida la pieza, el Braco portugués suele tener un cobro muy correcto
tanto para la pluma como para el pelo, llevando la pieza al cazador o buscándola
y cobrándola si fuera necesario.
Su
alimentación no es muy dada a elementos raros. Es esencialmente carnívoro, y se
adaptará bien a un pienso compuesto de buena calidad. Es importante no obstante
(como en todos los peros) que el aliento tenga un buen equilibrio entre grasas,
proteínas e hidratos. En la época de caza, es recomendable un mayor aporte
calórico ya que es una raza que tiende a perder mucho peso mientras transcurre
la temporada.
En
definitiva, si te gusta el nervio en la caza de otras especies como el Bretón o
el Podenco, puedes que este estilo de caza no vaya contigo, pero es innegable
su belleza cinegética, su nobleza y su gran valía para el cobro. El Braco
Portugués no es una especie muy conocida por los amantes de la caza, pero son
aquellos que realmente lo conocen los que consiguen disfrutar de jornadas
inolvidables de caza junto a su amigo de cuatro patas.
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